gestión activa y gestión pasiva

Gestión activa vs gestión pasiva

A la hora de elegir un producto financiero en el cual queremos invertir es muy importante conocer que se esconde detrás de él. En el mejor de los casos, el inversor medio, se plantea la duda de si invertir en renta fija, mixta o variable pero conozco a pocas personas que a la hora de tomar una decisión sobre una inversión se planteen si les interesa la gestión activa o la gestión pasiva.

La idea de este post es explicar ambos tipos de gestión, las particularidades de cada una de ellas e intentar razonar el porqué de sus resultados a largo plazo.

¿Qué es gestión activa?

Lo primero que debemos entender es que desde el punto de vista del cliente final o inversor de un producto financiero toda inversión es pasiva. Es decir, ceden la gestión de su inversión a una entidad financiera o gestora. Cuando hablamos de gestión activa en este caso no nos estamos refiriendo a las operaciones bursátiles que pueda estar realizando un inversor particular en su casa comprando y vendiendo acciones.

Cuando hablamos de fondos de inversión o productos financieros de gestión activa nos estamos refiriendo a que detrás de ese producto existe un gestor o equipo de gestores seleccionado activos que, bajo su opinión, conocimiento e información de la que disponen, piensan que se comportarán mejor que la media del mercado a largo plazo. Es decir, lo que busca la gestión activa es batir a un índice de referencia.

¿Qué es la gestión pasiva?

Por su parte, la gestión pasiva lo que busca es replicar el comportamiento de un índice bursátil. El apelativo de pasiva no significa que detrás de este tipo de gestión no haya un gestor realizando compras y ventas de activos, significa simplemente que el trabajo de este equipo gestor consiste en copiar la composición del índice y su comportamiento. Si aumenta el peso de un valor en el índice el equipo gestor aumentará el peso de ese activo en su fondo de inversión, sin más análisis ni razonamiento.

Los productos financieros que disponemos como usuarios para poder invertir en gestión pasiva son básicamente los ETFs y los fondos de inversión indexados.

Diferencias entre gestión activa y pasiva. ¿Cuál es mejor?

Pues como os podéis imaginar y como todo en la vida nada es blanco ni negro. Al final la elección de uno u otro tipo depende de varios factores como pueden ser el conocimiento sobre inversiones que tenga una persona, la cantidad de tiempo que quiera dedicar a sus inversiones, los activos o productos subyacentes sobre los que quieran invertir, etc…

Uno de los factores que nos puede ayudar a tomar una decisión es saber que a lo largo de la historia y a largo plazo, salvo pequeñas excepciones, pocos fondos de gestión activa consiguen vencer al mercado o su índice de referencia. Pero como he dicho antes, hay algunas excepciones las cuales han superando ampliamente el rendimiento de sus índices de referencia. Por poner algunos ejemplos podemos citar a Warren Buffet el cual ha conseguido una rentabilidad media anual entorno al 20% en 40 años. O Francisco García Paramés el cual lleva una rentabilidad media anualizada de más del 12% desde principios de los años 90.

¿Por qué los índices baten de forma generalizada a la gestión activa?

Las principales razones que se suelen dar las podemos resumir en los siguientes puntos

Comisiones

Esta es una de las razones fundamentales y más fáciles de identificar. La gestión activa lleva un trabajo muy importante de análisis de activos por el equipo gestor. Este trabajo hay que pagarlo y por lo tanto repercute en el participe en forma de comisiones. Por lo tanto si un fondo de inversión de gestión activa tiene una comisión anual del 2%, están obligados a obtener un rendimiento un 2% superior al índice de forma sistemática y anualizada solamente para quedar empatados al índice de referencia.

Idiosincrasia de la industria

La mayoría de fondos de inversión los comercializan grandes entidades bancarias y realmente el gestor de estos fondos no deja de ser un trabajador más de la entidad. Estas personas, aun pudiendo tener sus ideas propias, en general no les merece la pena arriesgar y alejarse mucho de lo que hacen sus colegas de otros fondos de inversión.

Es decir, si más o menos un gestor hace lo que se espera que haga dado que es lo que está haciendo la mayoría de los gestores, en caso de que la apuesta salga mal, no pasará nada porque entra dentro de lo que se podría esperar y al fin y al cabo la mayoría de la industria ha caído en el mismo error. Pero si este gestor se hubiera alejado de lo que está haciendo la mayoría de la industria y su apuesta sale mal es muy probable que sea despedido. Otra forma de expresar esta idea es que estas personas estarán más preocupadas por gestionar sus carreras profesionales que el dinero de los participes.

Esta es una de las razones principales que explican por qué la mayoría de los fondos de gestión activa, que tienen el mismo benchmark o índice de referencia, se comporten de manera similar.

La forma de minimizar este problema es invertir en fondos de inversión privados y alejarnos lo más posible de los productos financieros que comercializan las grandes entidades bancarias. Y me explico, una persona que monta su propia gestora de fondos de inversión nos va a aportar los siguientes beneficios en comparación con los fondos comercializados por bancos o grandes entidades de inversión:

Experiencia

Normalmente, quién monta su propia gestora tiene un currículum amplio trabajando en otras entidades del sector. La gente más brillante del sector suele dejar las grandes entidades bancarias para trabajar por cuenta propia es su propio fondo de inversión.

Alineamiento con los partícipes

En este tipo de gestoras es muy común que el gestor tenga invertido todo su dinero en sus fondos. Al igual que sus familiares y amigos que confían plenamente en el. Po lo tanto existe un alineamiento total entre el gestor y sus participes ya que ambos persiguen el objetivo común de la revalorización del fondo.

Rendición de cuentas

Al ser sus propios jefes, los gestores puede trabajar de una forma mucho más libre para poder llevar a cabo sus ideas de inversión. En este caso deben rendir únicamente cuentas a sus participes pero no a un jefe.

Funcionamiento de un índice bursátil

La tercera razón y la más importante es entender bien cómo funciona un índice bursátil. Los índices se ponderan por capitalización y cuando una empresa va mal y no crece tiene como consecuencia que baja su capitalización. Las empresas con baja capitalización van saliendo de los índices y otras, que empiezan a tener mejores resultados empresariales y aumentan su capitalización, van entrando. En consecuencia, de una forma natural el índice siempre contendrá las mejores empresas y las que más crecen. Esta es la forma automática, sencilla y sobre todo barata para estar invertidos en las mejores empresas.

Conclusiones

Partiendo de la base que, como hemos visto, no hay una mejor y otra peor yo recomiendo siempre diversificar entre gestión activa y gestión pasiva.

Dicho esto, la gestión activa puede ser más interesante para aquellas personas con un mayor conocimiento bursátil. Que sepan mover sus inversiones entre diferentes fondos dependiendo del momento del ciclo económico o cualquier razón que consideren importante. Recordad que en España el traspaso entre fondos no conlleva una retención fiscal. Y que solo pasaremos por caja a la hora de reembolsar nuestro dinero. Por último, hay ciertos productos a los que solo podremos acceder por medio de un fondo de gestión activa.

En cambio, la gestión pasiva puede ser interesante para aquellas personas con menos conocimientos bursátiles o educación financiera. Que poseen menos capital y buscan productos con pocas comisiones. Personas con una visión a largo plazo de su inversión pero que no tienen tiempo ni ganas de preocuparse por ellas.

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